Reseña: Immaculate (2024)

Estrenada hoy en un montón de países y precedida por la popularidad de su actriz principal, Immaculate (2024) es una a la que el destino le jugó una ligera desgracia al hacer que saliera muy cercana en el tiempo a la ya comentada aquí La primera profecía (2024) lo que ha disparado unas comparaciones inevitables ya que las dos se parecen mucho tanto en su premisa inicial como en ciertos giros argumentales. Aunque como cinta de terror no es artísticamente tan sobresaliente, considero que lo compensa en gran medida gracias a su atractiva premisa y al hecho de ser tan atrevida con el tema que toca, algo por lo que sin duda será recordada.

Decir que las dos películas guardan similitudes es también quedarse cortos porque lo cierto es que el comienzo es casi idéntico, con una joven y algo ingenua novicia americana que viaja hasta un convento en Italia para recibir sus votos y termina descubriendo un secreto oculto en las paredes del convento que involucra a las élites de la Iglesia y que está relacionada, a su vez, con la instrumentalización de la joven para un oscuro propósito. Vamos, exactamente lo mismo y con varios de los mismos giros argumentales. Si es que incluso una de las actrices, Dora romano, hace de monja en ambas películas.

Uno de los puntos sobresalientes, hay que decirlo es precisamente la actuación de su protagonista, Sydney Sweeney, quien además hace de productora y por lo visto fue quien se encargó de hacer la película realidad a partir de un guión descartado para el que ella ya había audicionado en el 2014 a los 17 años. Su trabajo además está muy bien, sobre todo en ese final tan valiente y francamente tan inesperado en una producción de este tipo, lo que al menos ante mis ojos la revela como una actriz muy interesante más allá de un fenómeno mediático del momento.

Pero lo mejor de todo, y aquello por lo que sin duda será recordada, es por esa trama de embarazos imposibles y derribo de la religión católica que desemboca en unos quince minutos finales que me dejaron francamente sorprendido porque jamás hubiese pensado que una producción americana pudiese terminar de una forma tan abiertamente explotadora y sacrílega que me impactó por completo. Todo esto me gustó mucho porque al principio parece que estamos viendo una cinta del terror del montón pero luego deriva en un festival de nunsploitation confeso, erotismo fugaz y gore gratuito de un final de pesadilla que se queda en tu memoria, todo en apenas hora y media de metraje. Vale muchisimo la pena.

Deja un comentario