Brevísimo ránking de horror del 2022

Un año más, con menos actualizaciones de lo habitual, pero dispuestos como siempre a publicar nuestro ya habitual podio con lo más destacado del cine de terror estrenado en el 2022. Como siempre, aviso que las tres películas nombradas a continuación son las que me han gustado más, por algún motivo u otro, y que por supuesto no son más que una apreciación subjetiva por parte de alguien que no es un crítico ni experto en cine de miedo (ni en nada, si nos ponemos estrictos). Sin más preámbulos, aquí van:

POSICIÓN No. 3

En la tercera posición tenemos la película taiwanesa Incantation, estrenada a nivel mundial por Netflix y vendida en su momento como la «más aterradora película salida de Taiwan). Dicha aseveración puede que sea exagerada, pero esta cinta en particular no solo me pareció muy buena, sino que incluso me atrevería a decir que es lo más cerca que ha estado el cine de terror asiático en recuperar el nivel de calidad que tuvo a principios de la década de los dosmil, cuando este tipo de trabajos estaba en boca de todos. Echadle un ojo si no habéis tenido oportunidad hasta ahora.

POSICIÓN No. 2

En la segunda posición tenemos Nope, la tercera película de Jordan Peele y mi favorita hasta la fecha. De esta es poco lo que puedo decir, no solo porque no la he reseñado aún para el momento en que escribo estas líneas, sino también porque probablemente aparezca en varias de las listas que vayan surgiendo con lo mejor de este año, ya sea en el terror o fuera de él. Es también de esas a las que es mejor ir en frío ya que ir descubriendo gradualmente varios de sus giros argumentales fue una de las cosas que más disfruté en su momento. Ojalá hubiese muchas más como esta.

POSICIÓN No. 1

Por supuesto, cantadísimo de antemano porque ya lo he comentado en varias ocasiones, mi absoluta favorita de este año ha sido la espectacular Deadstream, una inesperada obra maestra de la comedia de terror que se puede resumir perfectamente como la versión found footage de Evil Dead y una que desde ya no puede faltar en cualquier sesión de Halloween que se respete. Por desgracia tuvo un estreno muy limitado fuera de su país de origen, pero si hay algo que vale la pena rastrear es precisamente este trabajo que desmenuza no solo el género de terror documental sino también la figura de la celebridad de Internet y el streaming como medio de comunión con el público. Maravillosa y desde ya un clásico personal.

MENCIÓN ESPECIAL

Ya para terminar, como cada año, publico aquí el resultado de la encuesta hecha a los lectores de su película favorita de terror del 2022. La verdad es que no me lo esperaba pero ha sido finalmente X, lo nuevo del director Ti West, la más nombrada por los lectores entre lo mejor del año, ya que así el 48% de las personas que votaron alguna de las encuestas que lancé. En segundo lugar hubo un empate entre las aún no reseñadas Nope y Barbarian (38%) y el tercer lugar fue para la nueva entrega de la saga Predator, Prey (34%).

Y esto, señores, es todo. Hasta aquí llega el 2022 para Horas de oscuridad. Ha sido un año ajetreado pero hemos llegado sanos y salvos y dispuestos a abrir el año que viene con la que será la reseña número 1000 de este blog. Os recuerdo que este ranking es una opinión personal que puede cambiar con el tiempo y otros visionados. De hecho, estoy pensando si no habrá una mejor manera de reflejar esta evolución. Entretanto, aquí les dejo los enlaces de ediciones anteriores. Como siempre, muchas gracias por estar aquí.

Aquí para el ránking del 2021
Aquí para el ránking del 2020
Aquí para el ránking del 2019
Aquí para el ránking del 2018
Aquí para el ránking del 2017
Aquí para el ránking del 2016
Aquí para el ránking del 2015
Aquí para el ránking del 2014
Aquí para el ránking del 2013
Aquí para el ránking del 2012
Aquí para el ránking del 2011
Aquí para el ránking del 2010
Aquí para el ránking del 2009
Aquí para el ránking del 2008
Aquí para el ránking del 2007
Aquí para el ránking del 2006
Aquí para el ránking del 2005

Las que no vi (edición 2022)

Esta es otra tradición que espero poder mantener con el tiempo. Si hace unos días hablábamos de las películas de terror que no pude reseñar en este 2022, hoy toca mencionar cinco de ellas que por un motivo u otro no pude ver a pesar de que tuvieron cierta repercusión. Espero poder solucionar eso pronto, pero de momento esto es lo que puedo esperar de ellas.

Halloween Ends

La tercera y última entrega de este soft reboot de Halloween (1978) llegó en octubre pasado y aunque se esperaba lo contrario no fue un gran éxito de taquilla. De hecho, fue la menos exitosa de las tres cintas de David Gordon Green. Aquí donde vivo estuvo poco tiempo en versión original y tenía muy pocas ganas de verla después del chasco que me llevé con la anterior. He leído opiniones encontradas y (creo) que me he spoileado accidentalmente la mayor revelación de la trama. Aún así espero verla pronto porque siento gran curiosidad por ver cómo cierran el lío en que se han metido.

Orphan: First Kill

Precuela tardía de uno de los éxitos sorpresa del 2009, creo que está claro que esta es una que no necesitábamos, pero la original me gustó mucho así que esta va a caer fijo. Si no la vi en su momento fue solo porque donde vivo no se estrenó ninguna copia en versión original. Hurgando un poco entre las reseñas desde entonces encuentro que la mayoría de las opiniones sobre ella no son muy positivas, pero tampoco lo eran sobre la primera en su momento a pesar lo mucho que la disfruté, así que eso no me va a echar para atrás.

Venus

La nueva película de terror de Jaume Balagueró y, según he leído por ahí, una adaptación muy libre del relato de Lovecraft Los sueños de la casa de la bruja. No llegó a estrenarse comercialmente donde vivo y todavía es muy pronto para verla en plataformas así que no tuve ocasión de verla. Debo aclarar que Balagueró no siempre acierta conmigo como espectador (algunas de sus películas, de hecho, no me gustan nada), pero me parece un director lo suficientemente interesante como para animarme a ver cualquier cosa que saque y darle siempre el beneficio de la duda. Aparte, de esta he leído cosas muy buenas.

Pearl

Precuela sorpresa de X (2022) estenada el mismo año y, según dicen, incluso mejor que esta, en parte gracias a una excelente actuación por parte de su estrella principal, Mia Goth, quien últimamente está viviendo un gran momento como actriz. Aquí por desgracia no se estrenó, quizá por tratarse de una producción muy modesta. Espero poder verla pronto.

Hellraiser

El tan esperado y muchas veces pospuesto remake de la película de Clive Barker de 1987, dirigido además por David Bruckner, un director que aquí hemos celebrado varias veces. Se estrenó en su país de origen directamente para la plataforma Hulu y de ahí no ha salido, cosa que me parece inexplicable porque tiene un público asegurado a nivel mundial. Un eventual y (espero) cercano estreno en Disney Plus sería lo más lógico, pero curiosamente todavía ni se ha anunciado, al menos que yo sepa. Por mi parte tengo las expectativas altas y lo cierto es que ha tenido reseñas muy positivas, cosa nada difícil teniendo en cuenta el abismo en el que la saga lleva sumida desde hace más de veinte años.

Las que no reseñé (edición 2022)

Como bien sabe quien se haya pasado por aquí en otras ocasiones, al final de cada diciembre hago un podio con mis tres películas de terror favoritas del año, y trato en la medida de lo posible de reseñar aquello que me gusta en el blog. Sin embargo, algunas veces esto no es posible y se me quedan algunas reseñas en la recámara que no consigo sacar a tiempo para el ránking. Para remediar parcialmente eso este post busca ser una especie de ronda relámpago con un muy breve comentario acerca de cinco cintas de terror que vi este 2022 y que no tuve tiempo de reseñar a pesar de que ciertamente merecen la pena.

Nope

La tercera película de terror de Jordan Peele y una de las firmes candidatas a mi favorita del año. A estas alturas es muy probable que todos sepáis de que va, pero si no es así os animo a que la veáis en frío porque parte de la gracia está en ir descubriendo su argumento de forma gradual. De todas formas ya el material publicitario la anticipa como una historia acerca de OVNIs pero un tanto diferente, con un metadiscurso acerca del carácter explotador y destructivo del espectáculo. He leído opiniones muy dispares sobre ella pero yo solo puedo decir que si hay alguna película de Peele que tenga ganas de volver a ver pronto es esta.

Hatching

Una ´fabula de terror juvenil proveniente de Finlandia en la que una joven sumida en una familia disfuncional y con una madre dominante descubre un día a una inusual criatura cuya existencia deberá mantener en secreto cueste lo que cueste. Otra de mis favoritas y a pesar de manejar metáforas muy evidentes de crecimiento y de entrada en la adolescencia, lo hace de forma entrañable y sobre todo original, con salidas argumentales inesperadas y sobre todo retratando muy bien las miserias de una vida aparentemente perfecta que esconde detrás un subtexto muy jodido donde las cosas no siempre se ven en blanco y negro. El final además es insuperable y cierra el argumento de la mejor (y única) manera posible. Me encantó.

Barbarian

Probablemente uno de los estrnos más sonados del año y otra de esas a la que hay que entrar frío porque lo mejor que tiene es la forma en que va cambiando de registro y como aquello con lo que empezó no se parece en nada a lo que viene después. Tiene momentos específicos de obra maestra aunque en mi opinión el final se va un poco de madre y muestra algunas decisiones que la perjudican y que (sospecho) se deben a la formación de un director/guionista que proviene del mundo de la comedia. De todas formas me parece una gran película y me parece una lástima que haya quedado relegada a las plataformas de streaming porque en un cine con público habría ganado muchísimo.

Huesera

Una magnífica pieza de terror mexicano que combina lo sobrenatural y un discurso poco habitual sobre la maternidad no deseada y el negación de la propia identidad. Dicho así suena como un rollo pero lo cierto es que el dilema existencial que la protagonista vive con su matrimonio, embarazo y maternidad (elementos indispensables de una heterosexualidad forzada) es algo que está puesto allí de forma muy evidente mientras que el elemento sobrenatural nunca se llega a explicar del todo más allá de su condición de reflejo de sus propios traumas. A pesar de esto las escenas de terror están muy bien y no solo resultan estremecedoras sino que además beben de influencias muy evidentes que fácilmente sabrá identificar cualquier tipo de espectador.

Speak No Evil

Una producción danesa acerca de una familia que acepta pasar un fin de semana en la apartada casa de campo de otra familia a la que acaban de conocer, cometiendo así el mayor error de su vida. Como película es del mismo palo que obras como Funny Games y Eden Lake y, como estas, una exploración de la maldad y crueldad absoluta que me dejó muy jodido y lleno de odio durante horas, sobre todo por unos últimos veinte minutos que se hacen difíciles de aguantar, como probablemente hayáis ya leído en todas las reseñas que se han escrito hasta ahora. Es efectiva, sin duda, y sabe manipular muy bien las emociones del público, pero también es cierto que con el tiempo me he vuelto muy reacio a este tipo de historias en las que el terror gira alrededor de la crueldad mundana sin ningún giro hacia lo sobrenatural o trascendente. Al igual que con las otras dos películas mencionadas arriba, no creo que vaya a volver a ver esto nunca más.

Reseña: Christmas Bloody Christmas (2022)

Cerramos el especial de Navidad de este año con Christmas Bloody Christmas (2022), una nueva entrega del arquetipo de Papá Noel asesino que llegó justo antes de estas navidades. El esquema es algo que hemos visto muchas veces ya, casi siempre dejando mucho que desear; de hecho considero que probablemente no habría visto esta película si no hubiese estado dirigida por Joe Begos, el mismo de la excelente Bliss (2019) y la también muy destacable VFW (2019). Esta quizá no esté entre sus mejores obras hasta la fecha, pero tiene algunas cosas que la hacen merecedora de un puesto en las inevitables listas de horrores decembrinos que suelen caer por estas fechas.

En un intento de dar un ángulo novedoso a una historia ya muy manoseada, la película de Begos crea la premisa de un Papá Noel robot, un engendro mecánico creado como reclamo publicitario por una contratista de tecnología militar que cobra vida debido a un error informático y desata una masacre en un pequeño pueblo californiano, cebándose sobre todo con un par de empleados de una tienda de discos que deberán primero huir y luego enfrentarse a la criatura para pasar con vida la Nochebuena. El resultado de esta idea es una mezcla de influencias que bebe no solo de conocidos slashers como Silent Night, Deadly Night (1984) sino también de obras de ciencia-ficción como las muy conocidas Terminator (1984) y Hardware (1990), en las que todo el mundo inevitablemente terminará pensando.

En este sentido, y teniendo en cuenta la premisa principal, la película sí que es un pequeño fracaso porque a pesar de todos los esfuerzos por hacer del Papá Noel una amenaza, la sencillez de medios y presupuesto hizo que nunca me creyera ni por un segundo que se trataba de una máquina y no de un tipo muy grande (interpretado, por cierto, por Abraham Benrubi de la serie de Parker Lewis, alguien a quien ciertamente no esperaba ver aquí). Por eso creo que la idea, si bien atractiva, está un poco desperdiciada. Ese sería mi único problema real ya que en todo lo demás esto es un trabajo muy destacable, con un nivel de violencia y brutalidad desvergonzado pero también con todas las señas de autor de Begos: estética de neón, múltiples referencias a los ochenta, una heroína dura e incombustible, un humor sucio y macarra y unos diálogos entrañables. De hecho, toda la primera media hora de la película se va en largas conv conversaciones de los protagonistas sobre música, sexo y películas de terror que parecen haber salido de un Tarantino particularmente inspirado.

Christmas Bloody Christmas ha tenido una recepción un tanto desigual, quizá por tratarse de un director que suele generar ciertas expectativas. Una atractiva idea y premisa principal que se siente un poco desaprovechada debido a sus escasos medios y su negativa a despegarse de los lugares comunes del slasher decembrino. Con todo y eso debo decir que las constantes de su director me la hicieron muy agradable y en general me gustó mucho aunque quizá no por las razones que podría esperar alguien en busca de un clásico de terror navideño.

Reseña: Await Further Instructions (2018)

Siguiendo con el especial de Navidad llega esta pequeña muestra que de terror/sci-fi decembrino que pasó completamente por debajo de mi radar, cosa imperdonable porque contiene muchas de las cosas que me gustan de este tipo de historias. La británica Await Further Instructions (2018) fue además una película tristemente adelantada a su tiempo porque si bien las teclas que toca son cosas que siempre han estado en el imaginario colectivo, no sería sino hasta un par de años después cuando se volverían temas relevantes a nivel de actualidad, y probablemente habría sido vista de una manera muy distinta.

Esto queda claro ya desde el momento en que conocemos la premisa principal: en el día de Navidad, una familia disfuncional queda atrapada dentro de su casa por una misteriosa barrera física que bloquea todas las puertas y ventanas, y su única fuente de comunicación con el exterior son los mensajes que aparecen regularmente en la pantalla de su televisor. Nadie sabe exactamente qué es lo que ha pasado, la naturaleza de la barrera o quien está dando las órdenes, y el encierro poco a poco comienza a hacer más difícil la convivencia de un grupo que ya pasaba por tensiones y rencillas que van escalando a medida que la situación se prolonga.

La idea, como decía, es muy atractiva en sí misma y la naturaleza claramente fantástica de la historia le permite mantenerse en un ambiente de irrealidad y alegoría muy poco sutil. Pero a pesar de que varios de los giros argumentales son predecibles, el ambiente de paranoia y conflicto la hace muy apropiada como historia de terror de Navidad y la convierte en una versión extrema de la ya conocida visión de las fiestas como fuente de conflictos con la familia, algo que la película explota sobre todo resaltando las diferencias de clase entre sus miembros. Todo esto, ojo, en una cinta del 2018 que transmite una vibra muy distinta en un mundo post-Brexit y post-pandemia, no solo mediante su discurso de paranoia y desconfianza resuenan de forma distinta sino también por las reacciones de cada miembro de la familia plegándose por completo a la autoridad. Estas ideas fueron precisamente lo que me gustó más y lo que considero da pie a una discusión más interesante incluso de lo que sus creadores habían imaginado.

Digo esto porque estoy seguro de que en su momento esta película fue producida como un divertimento más al que mucha gente comparó de forma obvia con la serie Black Mirror (quizá por el hecho de ser británica), un simil que no me parece del todo acertado porque el enfoque no está puesto en la tecnología como antagonista sino en las propias limitaciones del ser humano y como este tiende muchas veces a abrazar la autoridad en medio de una situación límite. Por este motivo terminé pensando en cómo hubiese sido recibida hoy en día, lo que hace que merezca ser rescatada.

Reseña: To All a Goodnight (1980)

Abrimos la ya habitual tríada de reseñas de terror navideño viajando al pasado, en concreto al año 1980, para revisar To All a Good Night (1980), un ampliamente conocido ejemplo de slasher temprano que es famoso no tanto por la película en sí sino por haber anticipado muchos de los elementos recurrentes que este subgénero mostraría a lo largo de su edad de oro, que coincide con los primeros años de la década de su estreno. Por mi parte nunca la había visto y aunque no me pareció muy buena sí reconozco que en su contexto tiene algunas cosas valiosas que veríamos una y otra vez en películas mucho mejores.

Esta de la que hablamos hoy comienza con un grupo de chicas en una residencia universitaria que se quedan solas durante Navidad y aprovechan para meter a un grupo de chicos con los que pasar unos días de desenfreno, con la casualidad de que también parecen haber llamado la atención de un psicópata vestido de Papá Noel relacionado, por lo visto, con una trágica muerte ocurrida en la misma residencia varios años atrás. Este argumento, en muchos sentidos calcado de la película de Bob Clark Black Christmas (1974), es sin embargo solo el punto de partida: el verdadero foco de la cinta está en una continua muestra en gran parte gratuita de violencia y sexo con algunas escenas gore y un misterio bastante torpe en cuanto a la identidad del asesino.

El énfasis en el whodunit, el elenco juvenil y las elaboradas escenas de muerte son lo que conforma el principal interés histórico de la cinta al enlazarla no solo con la arriba citada película de Bob Clark sino también (como muchos habrán adivinado ya) con la Viernes 13 (1980) original, a la cual esta cinta se adelantó por varios meses y con la que tiene enormes paralelismos a pesar de que resulta muy inferior tanto en argumento como en actuaciones y efectos especiales. Los parecidos, eso sí, son innegables, sobre todo una vez que se revela la identidad del asesino y llega el clímax de confrontación con la final girl virginal. Estos parecidos son tan evidentes que no tengo ninguna duda de que la comparación entre ambas cintas ha sido lo que la ha mantenido con vida en el recuerdo colectivo de los aficionados al terror. Eso y su ambientación navideña, que siempre asegura un público.

Personalmente diría que es allí donde reside casi todo su atractivo: aparte de su acabado algo amateur, como película es menos divertida que sus contemporáneas, mucho más enfocada en la explotación visual de las chicas y su contenido erótico que en la violencia, y con un asesino mucho menos interesante. A manera de curiosidad he de destacar que el director de esta cinta, David Hess, es alguien que sonará a los seguidores del proto-slasher ya que es conocido por su trabajo de actor como villano en La última casa a la izquierda (1972). Dicha película, por cierto, fue producida por Sean S. Cunningham, el director de Viernes 13, así que la conexión entre ambas quizás no sea tan casual después de todo.

Encuesta: ¿cuáles han sido tus favoritas del 2022?

Se acerca el fin de año y una vez más me dirijo a quien sea que lea estas líneas para decidir cuál es la película favorita de los lectores de Horas de oscuridad para este 2022. Para ello he seleccionado quince largometrajes estrenados en 2022 (la fecha está tomada de IMDB, que toma como referencia el primer estreno a nivel mundial) y pido a quien lea estas líneas que seleccione sus tres favoritos para decidir entre todos cual es la que obtendrá la mención especial.

A la hora de elegir las quince finalistas intenté incluir no solo aquellas que yo personalmente considero las mejores sino también las que más gente haya podido ver. De hecho, hay dos de estas que yo todavía no he visto.

Tenéis hasta el día 29 de diciembre (inclusive) para votar. El 30 nos encontraremos de nuevo aquí para el post anual con mis tres favoritas y aquella que vosotros hayais seleccionado. Nos vemos entonces.

Pulsa aquí para ir a la encuesta.

Reseña: Terrifier 2 (2022)

Contra todo pronóstico teniendo en cuenta los hábitos de la cartelera en la ciudad donde vivo, Terrifier 2 (2022) se estrenó en cines y mi sorpresa fue tremenda porque a pesar de todo el entusiasmo que la precedía no me esperaba encontrarme, efectivamente, con una película muy superior a su antecesora en todos los sentidos. A pesar de ser una historia de terror con un nicho muy específico de gente a la que le pueda gustar, se trata de una gran obra destinada probablemente a convertirse en una película de culto para los amantes del gore y el humor cruel que destila a través de un metraje largo e inclemente.

Una de las mejores cosas que tiene es que su director, Damien Leone, hace lo que toda secuela debe hacer y es subir la intensidad de todos los elementos que hicieron famosa a la primera parte. El payaso Art (un grotesco personaje que parece en muchos sentidos una parodia de Marcel Marceau) regresa de la muerte sin muchas explicaciones y desata otra masacre en la noche de Halloween acompañado en todo momento por el espíritu de una niña-payaso a quien por lo visto solo él puede ver, y su destino se cruza con el de una chica que está teniendo sueños proféticos acerca del asesino mientras los eventos de la noche la llevan poco a poco a enfrentarse con él cara a cara.

El mayor cambio con respecto a la película anterior se da evidentemente en el ángulo sobrenatural pero también se manifiesta a nivel estético. Mientras que la Terrifier (2016) original se mantenía siempre en un plano de cierto realismo, esta en cambio tira de un imaginario surrealista de pesadilla que nunca se llega a explicar del todo pero que sugiere un trasfondo de historia acerca de los orígenes del payaso y su verdadera naturaleza, un regodeo en el lado onírico e irreal del terror similar a lo que nos dio en su momento el Halloween 2 (2009) de Rob Zombie pero enfocado hacia un sentido del humor visible incluso en el gore. Este último sigue en la línea de la primera parte, hecho con unos efectos especiales prácticos que destacan no solo por su calidad sino por la inmensa crueldad de unas escenas de muerte que se regodean en el sufrimiento de las víctimas, rozando los límites de la paciencia del espectador pero nunca sobrepasándolos, al menos en mi opinión.

Por supuesto no es una película para todo el mundo, y tanto la arriba citada crueldad como sus injustificables 138 minutazos de duración la convierten en una prueba de resistencia. Sin embargo, sí considero que en este sentido es menos fatalista y alienante que la primera y hace incluso algunas concesiones al espectador casual como por ejemplo la inclusión de una final girl antagonista a la altura del payaso y que proporciona las mayores satisfacciones de cara al público, cosa que la primera película negaba en todo momento. El resultado es una cinta hecha para un tipo de espectador específico amante del gore y los excesos sangrientos, pero también hecha con evidente respeto por su género y con una pasión innegable. Me ha gustado mucho y espero de todo corazón que tenga continuidad y hagan una tercera.

Reseña: Demonic (2021)

Neil Blomkamp, el otrora prometedor director de District 9 (2009), estrenó el año pasado Demonic (2021), su primera película de terror. No hay que dejar que el genérico título nos engañe porque la película partía (como casi todo lo de este director) de una premisa muy interesante que hubiese dado mucho juego pero que por desgracia se viene abajo de la peor manera. Durante mucho tiempo guardé curiosidad de verla a pesar de que no había leído ninguna opinión positiva, por lo que se puede decir que iba predispuesto a que me gustara y sin embargo ha resultado ser todo lo contrario y una de las mayores oportunidades desperdiciadas de los últimos años.

Su interesante premisa mezclam terror y ciencia-ficción contando la historia de una mujer que, gracias a una tecnología punta cuyo funcionamiento nunca se explica al espectador, es capaz de entrar en la mente de su madre comatosa y descubre que esta está poseída por un demonio que ansía salir del inconsciente cuerpo en el que está atrapado. El argumento no es cien por cien original, y a aquellos menos jóvenes quizás les recuerde a la película de Tarsem Singh The Cell (2000), en la que Jennifer López se metía en la mente de un asesino en serie. Esta parte de una idea similar, pero al mismo tiempo hace cosas nuevas con ella y la idea de que la mente que explora la protagonista sea la de su propia madre le da un ángulo de drama personal que funciona.

La mayor muestra de originalidad está en todo caso en ciertas decisiones estéticas muy interesantes y poco habituales, como por ejemplo la recreación de la mente del paciente como si se tratase de una simulación de un videojuego, con gráficos 3D y todo, algo que en otra película habría resultado ridículo pero que aquí por el contrario contribuye a una atmósfera si se quiere única y que me pareció de lejos lo más memorable del invento por la forma en que estas escenas exploraban tanto la psique de la madre como su relación con la hija, pero también el horrible imaginario demoníaco que poco a poco se va apoderando de ella. Por desgracia hasta aquí llegan las cosas buenas porque la trama muy pronto se descalabra una vez que se abandona la premisa de ciencia-ficción y se introduce por complento un elemento conspiranoico-religioso salido de la nada y que resulta imposible tomarse en serio. Creo que esto lo he mencionado en otras ocasiones pero la idea de «agentes especiales del Vaticano» siempre ne ha parecido ridículo y es algo que me saca de la película por completo.

Este no es el único problema pero es a partir de aquí cuando toda la trama de terror se vuelve tremendamente aburrida, predecible y apresurada, con unos sustos muy obvios y una «confrontación final» que parece salida de una historia completamente distinta a la que habíamos empezado a ver. Quería darle una oportunidad y comencé a verla con la mejor disposición a pesar de las opiniones tan negativas que ha cosechado, pero es realmente muy mala y, lo que quizás sea peor, dinamita todo su potencial desde muy pronto, lo cual es una auténtica pena.

Reseña: Terrifier (2016)

El entusiasmo por su secuela estrenada este año ha hecho que finalmente me decidiera a ver Terrifier (2016), después de haberla evitado deliberadamente durante años debido a que no me llamaba para nada la atención y, para ser sinceros, el cine de terror basado en la recreación de la violencia explícita es algo que me interesa menos hoy en día. Sin embargo, hay que decir que he quedado gratamente sorprendido ante una película que si bien es sencilla y está hecha con un presupuesto mínimo, también muestra un gran oficio e imaginación que la eleva por encima de muchas otras cintas más elaboradas pero también más convencionales.

Su sencillez queda clara ya desde la premisa, en la que un psicópata vestido de payaso sale a ejecutar una masacre en la noche de Halloween y se encuentra con una pareja de chicas que tienen la desgracia de toparse con él. El hecho de que no sepamos absolutamente nada del asesino y el carácter absolutamente arbitrario de la violencia es lo que termina paradójicamente encumbrando una historia que tiene lugar casi por entero en un único escenario de un depósito en el que el payaso se refugia con sus víctimas (y otros desafortunados transeúntes) dando pie a una serie de muertes muy gráficas y elaboradas.

Es en este punto donde la película realmente destaca porque a pesar de que las actuaciones y escenarios evidencian el escaso presupuesto, este parece haber sido dedicado casi por entero a unos excelentes efectos gore que se han convertido en la mayor seña de identidad de la cinta así como la caracterización tan original del payaso, que no emite nunca sonido alguno y a quien nunca vemos fuera del «personaje» que se ha creado. Este último detalle es importante porque este asesino (que ya había salido por lo visto en otra película del mismo cineasta pero con otro actor) consigue sacar algo original y atractivo de un cliché tan repetido como el del payaso psicópata. Aunque claro, lo realmente vistoso de todo esto está en las escenas de muertes (una de ellas particularmente desagradable), tan exageradas que terminan adquiriendo cierto tono de comedia.

Dicho tono de comedia, por cierto, es algo que se limita únicamente a esas escenas en concreto porque la película en sí es sumamente deprimente y pesimista tanto en las capacidades de sus protagonistas como en el arco argumental, incluyendo un perturbador marco narrativo que podría en sí mismo dar pie a una secuela. No sé si la segunda parte ha tomado ese camino, pero fue lo primero en lo que pensé. Por cierto, la versión que anda rodando en la mayoría de plataformas está censurada y corta precisamente la muerte más brutal, así que si la pueden ver de cualquier otra manera mucho mejor. Por mi parte es una que pienso tener en casa fijo, y veré la segunda en lo que pueda.