Con One Cut of the Dead (2017) pasa algo curioso y es que no la pude ver cuando se estrenó (en festivales, porque nunca tuvo un pase comercial donde vivo) a pesar de todo el furor que causó y todo el hype que se tejió en torno a ella. He tardado todo este tiempo en verla y ahora siento que esa buena prensa está más que justificada porque esta es sin duda una pequeña joya y una de las películas de zombis más ingeniosas que he visto en un buen tiempo, por mucho que al principio no lo parezca.
Si quieres saber de qué se trata, lo máximo que puedo decir es que va sobre un equipo de rodaje de una película barata de zombis que se ve sumido en un verdadero ataque durante el rodaje, pero incluso esto es simplificarla mucho. Lo cierto es que mientras menos sepas de ella antes de verla mejor, y de hecho algo que siempre me llamó la atención de las reseñas entusiastas que leí es que todas eran muy vagas a la hora de contar de qué iba la trama, y solo tras haberla visto es que me he dado cuenta por qué. La película tiene varios giros interesantes que te hacen replantearte todo y, curiosamente, es algo que sucede más de una vez y descubrir esos momentos por ti mismo es gran parte de la gracia que tiene.
Por supuesto se pueden mencionar cosas más técnicas como su estética amateur, el evidente comentario meta sobre la propia industria del entretenimiento o, sobre todo, el frenético ritmo de una producción empeñada en mantener su gimmick de un único plano secuencia a como de lugar. Pero si hay algo que la haga destacar quizá sea la calidad de sus actuaciones y lo muy bien diseñados que están todos y cada uno de los personajes, sobre todo el protagonista. Esto último es algo que se ha mencionado en muchas ocasiones pero sinceramente creo que si eres cineasta, o incluso si simplemente eres un espectador interesado en los trucos y técnicas del oficio cinematográfico, esta es una cinta que vas a disfrutar mucho y que jugará con tus expectativas recompensándote en todo momento.
Pero ojo: esto no es indispensable, ya que también tiene un gran disfrute incluso a un nivel superficial. No lo esperaba, si he de ser sincero, pero al final One Cut of the Dead ha resultado ser algo maravilloso y una de las mejores comedias zombis de los últimos años. Si es que incluso el final me ha parecido tremendamente emotivo y la confirmación de cómo la película termina de seducirte con la gesta casi heróica de ese pequeño equipo de rodaje serie Z. Muy buena y recomendable hasta el hartazgo.