El mismo director de Happy Death Day (2017), Christopher Landon, repite en esta secuela titulada Happy Death Day 2U (2019) escribiendo además el guión, con lo que asumo ha tenido una considerable libertad creativa para hacer lo que quisiera. El resultado ha sido un tanto desconcertante en el sentido de que si bien al principio pareciera tomar un camino distinto y explorar la premisa inicial desde un nuevo punto de vista, la ilusión se desvanece muy pronto y termina siendo una segunda parte con muy poca imaginación que no solo no se aventura demasiado lejos de los límites ya trazados por su antecesora sino que encima parece quedarse corta tanto en sus componentes de horror (casi inexistentes ya) como (y esto si es una sorpresa) en su faceta de comedia.
Confieso que la ilusión funcionó conmigo y que al principio me atrapó: en los primeros minutos de la película (así como en su primer trailer) se insinúa que ahora es Ryan, uno de los secundarios de la original, quien se encuentra atrapado en un bucle temporal debido a un fallido experimento de física cuántica en los laboratorios de la universidad, y es Tree quien debe ayudarlo a salir del predicamento por el que ella ya pasó justo el día antes. Esto, como decía arriba, es un engaño porque casi inmediatamente después la película encuentra la forma de devolvernos a la primera casilla haciendo que nuevamente sea la chica quien se vea presa de la misma situación solo que agregando un muy superficial cambio relacionado con universos paralelos, ángulo que nunca es explorado de forma satisfactoria.
El resulado de esto es es una cinta que abandona en gran medida los preceptos de parodia slasher de la original y se afinca más bien en una premisa superficial de ciencia-ficción que ofrece una explicación al fenómeno del bucle temporal en las dos películas, detalle que confieso me gustó pero que parece ser solamente una excusa para repetir el mismo esquema de la primera parte con muy pocos cambios esta vez. Pero tal como mencionábamos antes, no solo parece ser más parca en cuanto a terror sino que también, sorprendentemente, resulta menos cómica al introducir elementos dramáticos en el arco de redención de nuestra protagonista y el trauma de la pérdida de su madre, que parecía resuelto en la primera película y que aquí resurge por motivos que no voy a revelar pero que resultan obvios una vez revelada la premisa del universo paralelo. Incluso los cambios que introduce estas premisas son todos muy perezosos y facilones, hundiendo la historia en una avalancha de clichés que incluye hasta un montaje musical de sucidios que da un poco de pena ajena por lo absurdos que son.
Con todo y eso, Happy Death Day 2U todavía tiene algunos aciertos, casi todos relacionados con el gran carisma de su actriz principal, Jessica Rothe, quien sostiene prácticamente todo el invento. Hay todavía detalles interesantes, pero como secuela es algo pobre y definitivamente muy por debajo de la primera parte en casi todo. Eso sí, una cosa voy a decir y es que a juzgar por la escena post-créditos, hay posibilidades de una tercera entrega que podría estar muy bien, sobre todo si deciden ponerle el para mí evidente título de Happy Death Day 3: And Many More que desde ya vaticino.