
Una cosa que siempre repetimos aquí es que cada año al parecer es obligatorio que nos llegue al menos una película de zombis, y resulta que este año han sido tres las novedades. No sólo eso sino que las tres han sido cintas provenientes del cine asiático. Claro, no hemos visto todavía las surcoreanas Alive (2020) ni Peninsula (2020) así que toca hablar sobre Get the Hell Out (2020), una comedia de infectados proveniente de Taiwan que basa su efectividad no sólo en los elementos cómicos sino en una premisa ya de por sí interesante.
Esta premisa es también muy sencilla: en esta ocasión la epidemia zombi se desata dentro de los muros del parlamento de Taiwan, famoso en todo el mundo por sus habituales y elaboradas trifulcas y peleas que se han convertido en un espectáculo recurrente en la tele. Es allí donde se desata la pandemia y donde nuestros protagonistas (una joven parlamentaria caída en desgracia y su torpe pupilo recién electo) deben luchar por sobrevivir mientras encuentran la salida. Hay también una subtrama acerca de una planta de desechos tóxicos que podría ser la causante de la epidemia, pero esta pronto es dejada de lado y no tiene lo que se dice mucha importancia.
Mucho más importante es, como sin duda podéis imaginar, el componente de sátira política producto de mostrar al parlamento como un lugar poco serio donde las rencillas y juegos de poder conforman un espectáculo de feria donde la gestión pasa a un segundo plano en favor del culto a la personalidad y las luchas internas entre los parlamentarios y sus ambiciones personales. En este contexto la idea de tener un protagonista idealista y algo tonto no hace sino reforzar ese estereotipo que a pesar de todo no está tratado con seriedad; esto es ante todo una comedia con gran énfasis en el slaptick, un ritmo y edición frenética y la incorporación del espectáculo de redes a la pantalla, incluso con memes creados para la película e incorporados a ella para beneficio del público.
Entiendo que a mucha gente se le pueda atragantar el muy básico sentido del humor de una película como Get the Hell Out, pero a pesar de sus poco elaboradas salidas cómicas y su final más parecido a una historia de superhéroes, se trata de un trabajo muy divertido que al menos no desperdicia lo que de entrada es una premisa muy atractiva. Además sus personajes caen muy bien, y las dinámicas cómicas entre ellos terminan teniendo incluso mayor gracia que los ataques de violencia de los zombis/infectados, lo cual sí que está muy visto ya.