Abrimos la tríada de reseñas navideñas de este año con Black Christmas (2019), tercera versión del clásico de Bob Clark de 1974 que ya había visto un remake del 2006 dirigido en aquella ocasión por Glen Morgan. Ahora, cuarenta y cinco años después del original, esta nueva adaptación cae en las manos de la directora Sophia Takal, quien además escribe un guión que reinventa por completo la película; estamos ante una nueva versión que no solamente no se parece en nada a las dos encarnaciones anteriores sino que tampoco tiene que ver nada con la Navidad. Por el contrario, Takal y su coguionista April Wolf construyen una alegoría marcadamente feminista muy alejada del protoslasher de Clark y más al estilo de otras muestras de horror con protagonistas femeninas como Satan’s School for Girls (1973), The Slumber Party Massacre (1982) y la versión original de The House on Sorority Row (1983), a la que me recordó muchísimo ya incluso desde sus primeros avances.
A decir verdad, este subtexto feminista del que hablo arriba es probablemente lo más interesante que la película tiene, algo que debe haber estado muy claro para sus realizadoras teniendo en cuenta lo destacado y explícito que está. Si bien es cierto que la Black Christmas (1974) original también hacía mención de temas políticos de su época, esta nueva versión lo subraya tanto que su trama termina yéndose de las manos. La cinta balancea una cantidad impresionante de temas, desde la crítica a los típicos roles de género, la cultura de la violación, el estereotipo del Macho Alfa universitario y la representación de la mujer en los estudios clásicos, así como la valoración de la sororidad por encima de todo y lo hace de una forma tan frontal y carente de sutileza que se convierte ya desde el principio en su principal muestra de identidad hasta el punto de hacerla parecer una parodia. Para que lo tengáis claro, imaginaos una de esas películas de propaganda cristiana pero sobre las principales causas del feminismo, con escenas y diálogos tan evidentes en su intención que, honestamente, se me hicieron imposibles de tomar en serio.
Por si fuera poco, la campaña publicitaria parecía haberla dañado de forma muy especial debido a un espantoso trailer que destripaba casi toda la película, aunque después de haberla visto me he dado cuenta de que no ha sido completamente así porque el misterio acerca de quién está matando a las universitarias y por qué es algo que se ve claramente en los primeros diez minutos, y además se nos aclara en más de una ocasión de forma literal: personajes explicando mediante diálogos lo que está ocurriendo, como si hubiesen considerado que el público no se enteraría de otra manera. Todo esto es algo que estaba dispuesto a pasar por alto sin problemas hasta que llega el tercer acto y la película toma un giro sorpresa (el único, por cierto, que no te contaban en el trailer) que cambia la naturaleza de la cinta por completo pero a partir del cual parecen haberse dado por vencidos, desembocando en una confrontación final con los villanos que parece más bien una sátira en lugar de una cinta de terror.
Creo que lo que más me ha decepcionado es que los primeros minutos prometían algo mucho mejor. Como decía arriba, el ángulo feminista de la película, aún con su inexistente sutileza y claro sermoneo, era al menos su punto más destacado e interesante, pero el acabado final es tan cutre y poco serio que termina dañando toda su promesa inicial. Además, la cinta es tremendamente light en su intento por alcanzar una clasificación de edad PG13, por lo que ni siquiera podemos argumentar un disfrute superficial de un slasher común y corriente. Me temo que esta será una de esas obras que algunos rechazarán por los motivos equivocados, despotricando de su explícito tono político en lugar de sus poco aprovechados recursos, su guión que raya en la autoparodia, y lo ilógico de muchas de sus salidas argumentales. De momento, y a juzgar por los comentarios que he leído sobre ella, es algo que por desgracia está pasando.
Puede que la de hoy no haya valido la pena, pero recuerda que todavía puedes votar aquí por tus favoritas de este año que se acaba.
Gracias me evitaste el disgusto de ver un panfleto desagradable