Montada en la ola del éxito de series como Stranger Things, casualmente estrenada el mismo año, la película Beyond the Gates (2016) es un ejemplo bastante digno de nostalgia del terror de décadas pasadas usado como excusa para una sesión de horror festivo. Pasó sin pena ni gloria en el momento de su estreno y no recuerdo que se le haya mencionado más que como una curiosidad, aunque considero que merecía tener un éxito mayor ya que pese a que nunca llega a alcanzar todo su potencial, hace muchas cosas bien y es una idea que me encantaría ver revisitada en algún momento.
Ya desde el principio la película juega con la idea de la nostalgia como su principal fuente de inspiración, cuando una pareja de hermanos deben desmantelar lo que entonces fue su negocio familiar: un videoclub repleto de montones de cintas de vídeo. Entre estos tesoros se encuentra un misterioso juego de mesa con vídeo incorporado que parece servir de portal a otra dimensión y que podría estar relacionado con la misteriosa desaparición de su padre tiempo atrás.
Esta especie de Jumanji de terror está por supuesto realizado desde una perspectiva que nunca llega a ser completamente seria, pero tampoco es necesariamente una comedia de terror. El recurso de las cintas de vídeo y del juego de mesa que incluye una cinta de VHS (nunca llegué a jugar este tipo de juego pero sé que eran algo muy común) es sólo el principio de una decisión estética que abarca todo lo que ocurre en ese inframundo en el que los hermanos se adentran, desde la paleta de colores de la dimensión fantasmal hasta la manera en que se muestran los monstruos que en ella aparecen, que parecen por momentos sacados de todos los lugares comunes de ese terror de videoclub, con la obra de Lucio Fulci teniendo un lugar destacado. En ese sentido, una de las señas de identidad de la película es la presencia de la veterana Barbara Crampton, que de unos años para acá para estar teniendo un resurgimiento de su carrera como actriz. Crampton aparece en realidad muy poco y su presencia se limita a aparecer como la misteriosa maestra de ceremonias del propio juego, a pesar de que la campaña publicitaria de la película la mostraba de forma muy destacada.
Como decíamos arriba, estamos ante una película muy sencilla con una poco ambiciosa trama de aventura y descenso al Averno, pero Beyond the Gates es una película de lo más disfrutable y una idea que pide a gritos ser explotada en otras continuaciones que, curiosamente, podrían llevarse a cabo sin siquiera tener que continuar la trama de la primera más que utilizar el propio juego de mesa como ingrediente común. Sus giros narrativos son muy básicos y casi todo lo que ocurre en la cinta es muy predecible, pero el cariño que se ha puesto en su estética y su presentación hacen que al menos merezca la pena entre el mar de ejemplos similares que intentan rentabilizar la nostalgia por décadas pasadas, no siempre de la manera más digna posible.
A mi me pareció una idea muy interesante realizada de forma muy chapucera.
El modo en que la película desaprovecha sus posibilidades es criminal ( durante gran parte de la película el director no sabe ni qué leches hacer con el juego).
Sí, es una idea que podría haberse manejado mejor. Al final parece que ese mundo paralelo al que viajan no está relacionado (directamente al menos) con el juego, en el sentido de que el objeto que abre el portal podría perfectamente haber sido cualquier otro.
Por eso es que pienso que alguien tendría que retomar esto en forma de secuela 🙂